Mar. Jul 22nd, 2025
Cortesía

El estado de Chihuahua guarda una riqueza artesanal única, resultado de la fusión entre la herencia indígena —particularmente rarámuri— y las influencias mestizas. Uno de los máximos exponentes es Mata Ortiz, una comunidad en Casas Grandes que ha alcanzado reconocimiento internacional por su cerámica fina inspirada en la antigua cultura Paquimé. Este arte, revivido por Juan Quezada en los años 70, ha transformado al pueblo en un emblema del talento local, donde cada pieza es elaborada a mano con barro y pigmentos naturales.

En las profundidades de la Sierra Tarahumara, la nación rarámuri ha desarrollado artesanías con raíces en la vida cotidiana, que hoy son reconocidas como arte. Las mujeres destacan por su cestería con palmilla Nolina, tejida con precisión y dedicación tras largas caminatas para recolectar la planta sin dañarla. Los hombres, por su parte, han perfeccionado la talla en madera y la fabricación de instrumentos musicales como violines, algunos tan finos que incluso han sido comparados con los de Cremona, Italia.

Creel, Guachochi, Batopilas y la capital Chihuahua son puntos clave para adquirir estas piezas únicas, que no solo son objetos decorativos sino representaciones vivas de culturas milenarias. Visitar estos lugares permite al turista conectar con el arte, la historia y las historias de los pueblos que hacen de Chihuahua un referente artesanal de México.

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