Fotografia: Redaccion RI.
A medida que el año 2024 se aproxima a su fin, el peso mexicano se encuentra en una encrucijada que podría marcar uno de sus peores desempeños en los últimos 15 años. Con apenas unas jornadas restantes en el calendario, el tipo de cambio ha alcanzado 20.64 pesos por dólar al mayoreo, un cierre que no se veía desde agosto de 2022 y que evoca recuerdos de las crisis económicas, como la de las hipotecas en Estados Unidos en 2008.
Tras un brillante desempeño en 2022 y 2023, donde la moneda nacional logró medallas de plata en términos de estabilidad, el peso ha sufrido una caída abrupta, generando inquietud tanto en analistas como en la población en general. El año se ha caracterizado por un entorno adverso que ha exacerbado la incertidumbre, especialmente tras las elecciones presidenciales del 2 de junio, que culminaron con la victoria de Claudia Sheinbaum.
El inicio de 2024 había brindado un rayo de esperanza, con el peso cotizando a un optimista 16.26 pesos por dólar. Sin embargo, este optimismo se desvaneció rápidamente, alimentado por temores sobre la prolongación de las altas tasas de interés en Estados Unidos y un panorama geopolítico tenso, particularmente entre Irán e Israel.
En el mercado minorista, el dólar se ofrecía recientemente en ventanillas de Banamex a 21.19 pesos, lo que representa un incremento de 3.62 pesos desde el inicio del año. Según Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico en Monex, las expectativas de la Reserva Federal han creado un entorno restrictivo que ha impactado negativamente al peso, mientras que el Banco de México ha mantenido una postura más optimista, creando un desajuste en las políticas monetarias que desvía la atención de los inversores de las divisas emergentes.
La situación se complica aún más con los últimos datos del sector manufacturero en China, que podrían tener repercusiones indirectas en la economía mexicana, aumentando la cautela entre los inversionistas y limitando los flujos de capital hacia mercados en desarrollo.
La bolsa mexicana también ha sentido el impacto de esta situación. El principal índice bursátil cayó un 0.9%, cerrando en 48,838 puntos, su nivel más bajo desde octubre de 2023. En Estados Unidos, los índices también mostraron una tendencia negativa en la penúltima jornada del año, reflejando un ambiente de incertidumbre que permea en ambos lados de la frontera.
Con el 2024 llegando a su fin, el peso mexicano enfrenta un futuro incierto adornado de desafíos tanto internos como externos. La atención de analistas y ciudadanos se centra ahora en las estrategias que se implementarán para estabilizar la moneda y en cómo se desarrollará la economía en los meses venideros. La situación es crítica, y el tiempo jugará un papel crucial en la recuperación del peso.
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