En un clima de tensión y polémica, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2025, que asciende a 9.3 billones de pesos. La votación, que culminó con 353 votos a favor y 128 en contra, se llevó a cabo en medio de críticas contundentes por parte de la oposición, que cuestionó la dirección y el enfoque del gasto público.
La sesión se tornó un verdadero campo de batalla verbal, donde la oposición no escatimó en señalar recortes significativos a sectores esenciales como salud, educación y seguridad. Acusaron al gobierno de adoptar un enfoque clientelista en la asignación de recursos, priorizando proyectos emblemáticos como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas, a expensas de las necesidades más apremiantes de la ciudadanía.
A pesar de las mil 029 reservas presentadas por distintos grupos parlamentarios, ninguna fue aceptada por la bancada de Morena y sus aliados, quienes defendieron el presupuesto como “realista y consecuente” con las necesidades del país. Los diputados de la mayoría sostuvieron que este plan financiero responde a un enfoque estratégico para el desarrollo nacional.
La sesión estuvo marcada por momentos de gran controversia, incluyendo referencias al histórico político y exdiputado Porfirio Muñoz Ledo, y altercados en la tribuna que evidenciaron la polarización existente en el recinto legislativo. La atmósfera fue tensa, reflejando el profundo desencuentro entre las diferentes fuerzas políticas, mientras se debatía el futuro económico del país.
El Presupuesto de Egresos para 2025 se perfila como un tema candente que promete seguir generando debates acalorados, tanto dentro como fuera del Congreso, a medida que la sociedad observa con atención el rumbo que tomará la administración pública y su capacidad para atender las demandas de la población.
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