









Con una caravana integrada por más de 350 participantes caracterizados como brujas, alquimistas, personajes de fantasía y del terror, el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara celebró la edición 53 del tradicional Aquelarre. Bajo el tema “Sabbath”, la comunidad rindió homenaje a los antiguos alquimistas cuyas aportaciones dieron origen a los conocimientos que hoy sustentan la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo (QFB). El desfile partió del CUCEI y recorrió diversas avenidas de Guadalajara hasta llegar a la rambla Cataluña.
La doctora María Luisa Muñoz Almaguer, coordinadora de la carrera de QFB, explicó que la temática del Sabbat alude a las cuatro estaciones y simboliza la conexión entre el pasado, presente y futuro de la alquimia. “En el pasado se creía que los químicos eran brujos por su capacidad de transformar la materia. Nosotros, al ser químicos farmacéuticos biólogos, celebramos a esos antiguos químicos y su legado”, señaló. También destacó la colaboración y entusiasmo de los estudiantes que mantienen viva esta tradición académica y festiva.
El Director de Educación del Gobierno de Guadalajara, Miguel Ángel Casillas Trejo, reconoció el valor cultural y simbólico del Aquelarre dentro de la vida universitaria y su impacto en la identidad tapatía. “Es un gran evento que se apropia de los espacios públicos, donde las generaciones pueden verse reflejadas y reforzar su sentido de pertenencia”, afirmó.
El evento contó con la presencia del rector del CUCEI, doctor Marco Antonio Pérez Cisneros, y coincidió con el centenario de la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo, paralela a la refundación de la Universidad de Guadalajara. “Nuestra carrera está cumpliendo 100 años de creación; muchas generaciones se han formado en ella desde la antigua Facultad de Ciencias Químicas”, recordó Muñoz Almaguer, al destacar la importancia de celebrar tanto la ciencia como la tradición universitaria.

