
Más allá de las olas y el sol del Pacífico, Manzanillo revela un rostro poco explorado: el de sus montañas, su cultura mezcalera y sus paisajes verdes. La Ruta del Agave, ubicada en el ejido La Rosa de San José de Lúmber, a tan solo una hora del centro de la ciudad, invita a vivir una experiencia turística que fusiona tradición, naturaleza y sabor.
El recorrido incluye cinco destilerías artesanales donde se puede conocer a fondo el proceso de elaboración del mezcal, guiado por maestros agaveros. Desde el cultivo del maguey hasta la degustación final, cada etapa revela el legado cultural detrás de esta bebida ancestral.
La propuesta también es gastronómica: preparar tortillas al comal, saborear antojitos colimenses o aprender sobre maridajes con mezcal son solo algunas de las actividades. Todo esto, enmarcado por escenarios naturales como el Parador Fotográfico La Loma.
Además de una experiencia sensorial, los visitantes se llevan a casa productos locales, artesanías y un profundo acercamiento a la identidad de Colima. La Ruta del Agave es una puerta abierta a la Manzanillo que pocos conocen, pero que muchos querrán volver a visitar.