Fotorgrafia: Redacciòn RI.
Mientras el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador lleva 8 meses sin otorgar visas a agentes de la DEA para enfrentar a los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, el expresidente estadounidense Donald Trump planea desplegar, de forma encubierta, escuadrones de asesinos en México para acabar con los lideres de los cárteles mexicanos.
Trump se ha mostrado a favor de desplegar, con o sin el consentimiento del gobierno mexicano, unidades encubiertas de operaciones especiales que se encargarían, entre otras misiones, de asesinar a los líderes y principales ejecutores de los poderosos y más notorios cárteles de la droga de México, señala este martes la revista estadounidense Rolling Stone.
La revista cita a tres fuentes cercanas a Trump, virtual candidato presidencial republicano, las cuales afirman que en conversaciones con estrechos aliados de la campaña Make America Great Again (MAGA), incluyendo al menos un legislador republicano, describió el diario El Universal.
Trump busca ganar las elecciones presidenciales de noviembre, en las que enfrentará al actual presidente, el demócrata Joe Biden y todo parece indicar que podría resultar vencedor, por lo que, ha planteado diferentes ideas para bombardear o invadir México para enfrentar a los cárteles y frenar el flujo de fentanilo a Estados Unidos.
Donald Trump, sigue siendo el candidato con mayores probabilidades de obtener el triunfo que, de acuerdo con las encuestas más recientes, el candidato republicano va adelante en los siete estados llamados ‘bisagra’, cuyos votos electorales tienden a ser determinantes en el resultado final; en cuatro de ellos, Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Nevada, la ventaja es de más de 3 puntos. En tres de ellos, Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, la ventaja es de 1 a 2 puntos.
Por eso, la postura que señala la revista, dice que en algunas de esas conversaciones Trump ha insistido en que el ejército estadounidense tiene «asesinos más duros que ellos (los líderes de los cárteles)» y se pregunta por qué no se han llevado a cabo antes estas misiones de asesinato, señalando que eliminar a los jefes de los cárteles contribuiría en gran medida a frenar el tráfico de drogas, a la vez que infundiría miedo entre los capos, una propuesta similar a los equipos de asesinos élite, como la redada militar que ordenó en 2019 y que resultó en la muerte del líder del Estado Islámico, Abu Bakr al’Baghdadi.
En paralelo, durante la comparecencia de la jefa de la DEA, Anne Milgram, ante el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes y el Subcomité de Comercio, Justicia, Ciencia y Agencias Relacionada y cuestionada por el republicano Hal Rogers, presidente del subcomité, dijo que en uno de los casos, “hemos estado esperando ocho meses por una visa y sabemos el costo que eso significa para nosotros en términos de nuestra capacidad de trabajar”, cuyo retraso ha complicado el trabajo contra los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Lo contradictorio del caso es que la relación de Andrés Manuel López Obrador con la DEA entró en crisis desde la captura en Estados Unidos, en octubre de 2020, del general Salvador Cienfuegos exsecretario mexicano de Defensa, acusado de supuestos nexos con el crimen organizado, que México defendió y logró que lo exculparan, en donde además esta la sospecha de que el presente gobierno tiene nexos con los cárteles de la droga por su estrategia de ‘abrazos no balazos’.
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