
En el corazón del municipio de Tala se encuentra la Hacienda Navajas, un recinto con más de tres siglos de historia que hoy se erige como símbolo de la producción de caña de azúcar y ron artesanal en Jalisco. Esta joya arquitectónica no solo preserva la tradición productiva de la región, sino que también impulsa el turismo cultural y de naturaleza al ofrecer experiencias únicas a sus visitantes.
A través de visitas guiadas de hora y media, los turistas recorren desde los campos de caña hasta los procesos de destilación y añejamiento en barricas de roble blanco americano y francés, conservadas en recintos de adobe que mantienen la temperatura ideal para el reposo de los destilados. Durante el recorrido, los visitantes pueden cortar y triturar caña, observar la fermentación y degustar aguardiente o ron en distintas etapas de maduración.
El ron de la Hacienda Navajas recibe su carácter distintivo gracias a la maceración con cinco especias mexicanas: cacao de Grijalva, canela del Soconusco, vainilla de Papantla, café Pluma de Oaxaca y pimienta dulce de Tabasco, ingredientes que aportan una experiencia sensorial incomparable.
Además, Tala ofrece a los viajeros una amplia gama de atractivos: desde actividades de aventura como ciclismo de montaña, senderismo y rápel, hasta opciones de descanso en spas, aguas termales y temazcales. También se puede visitar el Museo Arqueológico Tlallán, donde se exhiben piezas prehispánicas que enriquecen la identidad cultural de la región.
A menos de una hora de Guadalajara, Tala y la Hacienda Navajas se consolidan como referentes del turismo jalisciense, combinando historia, naturaleza y tradición en cada experiencia.