
Michoacán fortalece su oferta cultural al difundir la técnica artesanal de figuras religiosas elaboradas con pasta de caña de maíz, tradición prehispánica conocida como Tatzingueni, originaria de la zona del Lago de Pátzcuaro.
Esta técnica, utilizada en el pasado para representar deidades purépechas y posteriormente imágenes católicas durante la evangelización, llegó incluso a ciudades españolas en el siglo XVI, donde aún permanecen algunas piezas.
El proceso de elaboración puede llevar meses e incluye la selección de rastrojo, tratamiento con baba de nopal como insecticida natural, tallado detallado y acabado con una mezcla de tierra blanca y cola de conejo para preparar la pintura.
Entre las figuras más reconocidas se encuentran los cristos dormidos, la Virgen de Zapopan, la Virgen de San Juan de los Lagos y la Virgen de la Salud de Pátzcuaro, esta última un emblema en el Templo del Sagrario.
Hoy, los visitantes pueden adquirir estas piezas o conocer de cerca su creación en talleres de Pátzcuaro, Quiroga y Tzintzuntzan, consolidando a Michoacán como uno de los principales referentes de artesanía en México.

