Sáb. Abr 19th, 2025
Redaccion RI.

• La economía de México confirmó su periodo de desaceleración

Con un menor crecimiento en el segundo trimestre de 2024, de acuerdo con la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB), la economía de México confirmó su periodo de desaceleración, que se explica por el aumento trimestral de 0.3% tanto en la producción industrial como en los servicios, que fue parcialmente compensado por la caída de las actividades primarias.


Entre abril y junio, el PIB creció 1.1%, desde el 1.9% anual observado de enero a marzo, según cifras ajustadas por estacionalidad, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) este martes. Este es el avance más moderado de la economía de México desde el primer trimestre de 2021 cuando se contrajo 1.6% anual.


Para lo analistas, estos datos, confirman que el crecimiento de la actividad económica permanezca moderado en los próximos trimestres y mantienen sus estimaciones de que el crecimiento del PIB será de 1.9% para 2024 y en 1.1% para 2025, muy por debajo de las estimaciones del gobierno federal que apunta a crecimientos de 2.5 y 3.5% real anual en 2024 y dentro de un rango de 2.0 a 3.0% real anual en 2025.


La realidad es que el crecimiento de la actividad se ha debilitado desde el cuarto trimestre de 2023 y en el segundo trimestre de este año, la recuperación parcial de la producción industrial -impulsada por la construcción-, fue compensada por la desaceleración de los servicios y la caída del sector agropecuario.
La expectativa de una desaceleración de la economía estadounidense, menor generación de empleos, contracción del gasto público, elevados niveles de tasas de interés y una menor confianza empresarial deberían mantener el crecimiento de la actividad moderado en la segunda mitad del año de acuerdo con un análisis de Citibanamex.


Para 2025, los efectos de una consolidación fiscal y tasas de interés aún muy elevadas compensarían el impacto positivo de la recuperación de la economía de EUA, por lo que los especialistas estiman una desaceleración adicional, con un crecimiento del PIB de 1.1% para ese año.


Como riesgos a la baja destacan una desaceleración de la economía de EUA mayor que la prevista, un deterioro adicional del ambiente para invertir relacionado con decisiones de política en México y EUA, así como una consolidación fiscal abrupta.


Aun así, ven una esperanza con los efectos de las tendencias de relocalización (nearshoring) que podrían ser mayores que los estimados y quizás llegue a impactar en el crecimiento de la actividad económica de México.

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