Vie. Jul 25th, 2025
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Con su clima seco, altitud privilegiada y suelos ricos en minerales, Zacatecas no solo destaca por su historia y arquitectura colonial, sino también por la calidad y carácter de sus vinos. Cada vez más visitantes descubren que este estado del norte de México guarda en sus valles una oferta enoturística tan robusta como sorprendente, convirtiéndolo en un destino emergente para los amantes del vino.

Una parada obligada es Vinícola Campo Real (Tierra Adentro), ubicada en el municipio de Trancoso. Su nombre rinde homenaje al histórico Camino Real Tierra Adentro, Patrimonio Mundial por la UNESCO. En esta vinícola, los visitantes pueden recorrer los viñedos en bicicleta o a bordo de un pintoresco tren, explorar las zonas de producción y disfrutar de una copa en el único Museo de la Barrica del país, que ofrece una inmersión cultural en la tradición vinícola mexicana.

También en Trancoso se encuentra Vinícola El Consuelo, localizada en el Valle de las Arcinas. Este viñedo aprovecha su altitud para producir vinos de alta gama, y ofrece experiencias personalizadas que incluyen tastings exclusivos, restaurante gourmet, wine bar y tienda especializada. Todo en un entorno natural que estimula los sentidos.

Por último, el recorrido nos lleva a Vinícola Luévano Ruiz, en el municipio de Luis Moya, una casa vinícola con más de 100 años de tradición. Aquí, el enoturismo se convierte en una experiencia integral: visitas guiadas por los campos de vid y las cavas, catas personalizadas y cocina de autor. Además, cuenta con un elegante hotel boutique que permite al visitante extender su estancia y disfrutar sin prisa de los encantos del vino zacatecano.

Con estos tres pilares enoturísticos, Zacatecas brinda una experiencia que va más allá de la copa: es historia, paisaje, hospitalidad y sabores que dejan huella

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