Fotografias: archivo/Aldo Sanchez.
Una noche de pura adrenalina
En una velada electrizante que mantuvo al público de la T-Mobile Arena en un constante vaivén de emociones, Saúl «Canelo» Álvarez defendió sus títulos supermedianos frente al puertorriqueño Edgar Berlanga. La pelea, que prometía ser un clásico del boxeo, se resolvió a través de una decisión unánime de los jueces, que reflejaron el dominio de Alvarez .
Desde el primer asalto, Canelo mostró su maestría y experiencia, comenzando con un potente gancho de izquierda que dejó a Berlanga en la lona en el tercer round. A pesar de este revés, el joven boricua, quien llegaba con un récord inmaculado de 22-0, no se dejó intimidar.
A medida que avanzaba la contienda, Canelo, conocido por su capacidad de nocaut, mantuvo una presión constante sobre su rival, aunque los signos de desgaste se hacían evidentes en su rostro, marcado por un moretón en el pómulo izquierdo. La determinación de Berlanga brilló en el quinto asalto, donde desafió al campeón con un jab incisivo, recordando a los aficionados que estaba lejos de rendirse.
El espectáculo alcanzó un clímax en el séptimo round, cuando Berlanga, al intentar cerrar la distancia, sufrió un resbalón que simbolizaba la presión impuesta por Álvarez. Sin embargo, Canelo no se detuvo; en el octavo asalto, logró llevar a su contrincante a las cuerdas, pero el puertorriqueño respondió con valor.
Esta batalla terminò con un intercambio feroz en el último asalto, donde tanto «Canelo» Álvarez como Berlanga dejaron hasta la última gota de sudor en el cuadrilátero. Al sonar la campana, la decisión de los jueces fue unánime, consolidando así la vigencia de Canelo en la pugilística y resaltando las raíces de la histórica rivalidad entre México y Puerto Rico.
Con esta victoria, Álvarez incrementa su impresionante récord a 62 triunfos, 2 derrotas y 2 empates, con 39 nocauts, mientras que Berlanga sufrió su primer revés, quedando con 22 victorias, 1 derrota y 17 nocauts.
Con nombres que se consolidan en la historia del deporte, la noche de boxeo en Las Vegas será recordada como un verdadero testimonio de valentía y explosividad.
