
Este 10 de mayo, América celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias bajo el lema “Espacios Compartidos: Creando Ciudades y Comunidades Amigables con las Aves”. Esta fecha resalta la importancia de preservar a las aves migratorias, especies clave que no solo cruzan fronteras, sino que también conectan ecosistemas desde el Ártico hasta la Patagonia. Su protección requiere conciencia colectiva y acciones locales que garanticen refugios seguros durante sus impresionantes recorridos.
La conmemoración coincide con el “Global Big Day” de eBird, una jornada de ciencia ciudadana en la que observadores de aves de todo el continente documentan avistamientos en tiempo real. Esta actividad no solo enriquece la base de datos mundial sobre aves, sino que también involucra a miles de personas en una experiencia de conexión directa con la naturaleza, desde patios traseros hasta parques nacionales.
“Las aves migratorias son embajadoras de la naturaleza, cruzando fronteras y recordándonos la interconexión de nuestro mundo”, señala Diego Reina Anduze, director de 7 Maravillas Naturales de América. Su llamado es claro: abrir los ojos y el corazón a estas criaturas y convertir nuestros entornos urbanos en espacios seguros. Desde jardines hasta reservas naturales, cada espacio puede convertirse en un oasis para las aves.
Existen múltiples maneras de contribuir a su conservación: plantar vegetación nativa, instalar bebederos y cajas nido, conservar árboles viejos y apoyar proyectos de protección de hábitats. Cada acción, por pequeña que parezca, puede marcar una gran diferencia en el bienestar de estas viajeras incansables que embellecen nuestros cielos y nos invitan a vivir en armonía con la naturaleza.