
A tan solo 40 minutos de Tepic, Santa María del Oro emerge como uno de los secretos mejor guardados de Nayarit, donde la calma, el sabor y la naturaleza se entrelazan en una experiencia única. Este destino deslumbra con su emblemática laguna de origen volcánico, cuyas aguas cambian de tonalidad y ofrecen un espectáculo visual incomparable, acompañado por actividades como kayak, paddle board o paseos en lancha, cortesía de operadores como Samao Adventures. Todo sucede en un entorno que parece suspendido en el tiempo, entre calles tranquilas, arquitectura tradicional y hospitalidad auténtica.
La gastronomía local es otro de los grandes tesoros del lugar. Desde un desayuno con birria y tatemada en “El Borrego”, hasta platillos emblemáticos como el chicharrón de pescado en “El Desagüe” y el festín de mariscos “4 Mares” en el restaurante Nace del Mar, cada bocado conecta con la tradición nayarita y enriquece la experiencia. Comer frente a la laguna, con el reflejo del atardecer, transforma la comida en un momento casi ceremonial.
Para quienes desean quedarse y explorar más, Santa María del Oro ofrece opciones que equilibran descanso, diseño y naturaleza. El hotel Chi’l Jaj es una invitación al confort y la contemplación, mientras que Real de Acuitapilco y Arcadia Park Adventure, a solo 20 minutos, ofrecen adrenalina pura con tirolesas, rapel y puentes colgantes entre cañones. Así, este rincón de Nayarit se posiciona como un destino integral, donde la tranquilidad, la aventura y el sabor conviven en perfecta armonía.