El Auditorio Telmex vibró con la presentación de Maluma, quien apareció entre luces y gritos con una gabardina blanca y lentes oscuros, desatando la euforia de un recinto lleno a su máxima capacidad. Con “Borro Cassette” como carta de apertura, el colombiano prometió a Guadalajara una velada inolvidable y desde el primer instante logró conectar con su público, en su mayoría femenino.
El espectáculo inició minutos después de las 21:00 horas, con un video proyectado en pantallas gigantes que mostró al cantante recorriendo los pasillos del backstage como un boxeador en camino a la arena. Una vez en el escenario, Maluma se despojó de su abrigo para dar paso a un look más casual y continuar con temas como “El Perdedor” y “Obsesión”, mientras los gritos de las fanáticas pedían que siguiera mostrando más cercanía.
A lo largo de dos horas, el artista repasó sus éxitos más reconocidos como “Carnaval”, “Vente Pa’ Acá”, “Corazón”, “Chantaje” y “4 Babys”, acompañado por diez bailarinas que enriquecieron el show con coreografías vibrantes. Entre canciones, Maluma se dirigió al público con mensajes cargados de gratitud y humor, pero también con momentos emotivos al confesar que tanto él como sus seguidores han atravesado dificultades y que la música es un refugio para sanar y seguir adelante.
Cerca del cierre, con la playera de la Selección Mexicana y un sombrero café, el colombiano regaló rosas a las primeras filas durante la interpretación de “Sobrio”, mientras aún quedaban por sonar himnos esperados como “Hawái” y “Amigos con derechos”. Con lágrimas, sudor y energía desbordada, Maluma confirmó por qué sigue siendo uno de los artistas latinos más convocantes y queridos en Guadalajara.