México enfrenta un crecimiento alarmante de los trastornos depresivos, que han afectado a más de 3.6 millones de adultos en los últimos años, según cifras oficiales. Durante el 1er Congreso Internacional “Los Espectros Diagnósticos en Salud Mental”, realizado en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), el Dr. Sergio Javier Villaseñor Bayardo, Director del Instituto Jalisco de Salud Mental y Adicciones, hizo un llamado urgente a visibilizar y atender esta problemática.
Según datos presentados en la conferencia “Depresiones Difíciles de Tratar”, la prevalencia de depresión en México se duplicó desde 2019, con un preocupante aumento del 24% en los suicidios en los últimos tres años, de acuerdo con la OCDE. Las mujeres entre 40 y 59 años son el grupo más afectado, presentando hasta tres veces más probabilidades de padecer esta enfermedad en comparación con los hombres.
El Dr. Villaseñor destacó que, si bien los tratamientos farmacológicos han evolucionado y hoy se cuenta con medicamentos más eficaces, cerca del 30% de los pacientes no responden adecuadamente a los antidepresivos tradicionales. En estos casos, el uso de antipsicóticos en dosis bajas —como Aripiprazol o Brexpiprazol— ha demostrado ser una alternativa segura y útil.
El especialista enfatizó la importancia de romper con los prejuicios que existen hacia el uso de fármacos en la salud mental, asegurando que los antidepresivos no generan dependencia ni “adormecen” a las personas, como se suele creer. Recomendó un abordaje integral que combine medicamentos y acompañamiento psicológico.
Entre los principales síntomas de la depresión se encuentran la pérdida de motivación, el disfrute por la vida y un estado de ánimo persistentemente triste. También pueden presentarse alteraciones del sueño, del apetito, dificultades cognitivas y pensamientos de minusvalía.
Finalmente, el director del Instituto instó a la población a tomar conciencia sobre la gravedad de este trastorno y a buscar ayuda profesional ante cualquier señal de alerta. “La depresión es una enfermedad incapacitante, pero tratable. Es momento de superar los tabúes y hablar con seriedad sobre la salud mental”, concluyó.