En un encuentro lleno de emociones y rivalidad, el Club América reafirma su legado al conseguir una victoria contundente ante sus archirrivales
En una tarde que prometía un duelo electrizante, el América se llevó la victoria ante sus eternos rivales, las Chivas, en un nuevo capítulo del Clásico Nacional. En el emblemático Estadio Azteca, los americanistas se alzaron con un triunfo por la mínima, suficiente para cortar una racha de cuatro partidos sin ganar y devolver la esperanza a su afición.
La historia del encuentro tomó un giro inesperado en el minuto 31. Durante la primera mitad, el Rebaño Sagrado se mostraba dominante y parecía tener el control total del partido. Sin embargo, el defensor americanista Ramón Juárez cambió el guion al marcar el único gol del encuentro, sorprendiendo a todos en un momento en que su equipo se encontraba en aprietos.
El protagonista del partido, sin embargo, fue el atacante rojiblanco Armando González, cuyo día fue un verdadero desafío. A pesar de su gran momento personal, «la Hormiga» vivió un calvario en el campo, fallando al menos tres oportunidades claras que podrían haber cambiado el rumbo del Clásico. Desde el primer tiempo, quedó claro que la puntería no estaba de su lado; incluso dejó escapar una asistencia casi hecha de Fernando Beltrán, que se vio en la tesitura de tener que observar impotente como su compañero erraba la oportunidad de empujar el balón a la red.
Durante la segunda mitad, la frustración de González se intensificó, dejando escapar otras dos situaciones que ya se cantaban como goles. La más notable fue un intento fallido tras una jugada exquisita de Beltrán dentro del área, donde González simplemente no logró conectar con el balón en el momento crucial.
El resultado no solo consumó un nuevo triunfo del América en los Clásicos de Temporada Regular —donde Chivas no ha logrado una victoria en casi ocho años—, sino que también resultó fundamental para recuperar la confianza tras un desastroso Clásico Joven previo, donde fueron goleados por Cruz Azul.
Como datos de interés, ambas alineaciones dejaron ver la estrategia cuidadosamente trazada por sus respectivos técnicos, André Jardine para el América y Fernando Gago para Chivas. La victoria de las águilas pone de manifiesto no solo el dominio en el terreno de juego, sino también en la historia del enfrentamiento.
Con este triunfo, el América se reafirma como el rey de los Clásicos, mientras que el Guadalajara queda una vez más en la búsqueda de respuestas, esperanzados en que el próximo partido sea el que rompa esta amarga racha. La afición de Chivas, que sigue aguardando el regreso de la gloria, tendrá que esperar un poco más, mientras los de Coapa celebran otra victoria en su palmarés clásico.