Dom. Feb 23rd, 2025

Fotografia: Redaccion RI.

Más allá de la fe y la devoción, la celebración a la Virgen de Guadalupe en el Santuario de Guadalajara también se vive a través de los sabores tradicionales que envuelven la festividad. Entre las calles que rodean el templo, los puestos de comida se convierten en un punto de encuentro para los peregrinos, donde los buñuelos, atoles y antojitos mexicanos son los grandes protagonistas.

Los buñuelos: un dulce símbolo de la fiesta

Crujientes, dorados y bañados en miel de piloncillo, los buñuelos son el antojo más esperado por quienes acuden al Santuario. Este dulce típico mexicano, con sus raíces en la época colonial, se ha convertido en un símbolo culinario inseparable de las festividades guadalupanas.

“No hay celebración de la Virgen sin un buñuelo. Es una tradición que pasa de generación en generación, y nos llena de nostalgia y unión”, comparte doña Lupita, quien lleva más de 30 años ofreciendo este manjar en su puesto ubicado frente al Santuario.

Los fieles y visitantes disfrutan de este postre como parte de la experiencia, pues su sabor único es un dulce cierre después de un día lleno de devoción y celebración.

Más que comida, un ambiente festivo

Además de los buñuelos, los puestos ofrecen una variedad de antojitos que reflejan la riqueza gastronómica de México: tamales, tacos, atoles de sabores, champurrado y elotes. El aroma de la comida se mezcla con el ambiente festivo, creando una experiencia que conecta los sentidos con la tradición.

“Venimos todos los años no solo a ver a la Virgen, sino también a disfrutar de la comida, porque es parte de la celebración. Es un momento que compartimos como familia”, comenta un visitante mientras saborea un tamal acompañado de atole de guayaba.

Los puestos de comida no solo alimentan el cuerpo, sino también el espíritu de comunidad y fiesta que rodea a esta importante celebración. Entre luces, risas y aromas, el corazón de Guadalajara late con fuerza, recordando que la fe también se vive a través de las tradiciones que nos unen como mexicanos.

Este año, al acudir al Santuario, no olvides probar los buñuelos y dejarte envolver por los sabores y la calidez que hacen del Día de la Virgen de Guadalupe una experiencia inolvidable.

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