Gonzalo Pineda, director técnico del equipo de Atlas, no pudo ocultar su decepción tras el partido, a pesar de reconocer el esfuerzo que sus jugadores pusieron en el campo.
“Desde el momento en que llegamos, la energía de la afición era contagiosa. Era un espectáculo ver cómo nos recibieron con cantos y luces, algo que no experimentábamos desde hace tiempo. Sin embargo, sentimos que no logramos corresponder a esa entrega con un resultado positivo”, comentó Pineda, resaltando que, si bien el juego fue ofensivo y dinámico, el marcador final no reflejó el trabajo realizado por el equipo.
Un punto de controversia que rodeó al encuentro fue la presencia de Andrés Guardado durante el calentamiento, a pesar de no estar inscrito para jugar. Ante las especulaciones sobre una posible infracción reglamentaria, Pineda prefirió no entrar en detalles y dejó el tema en manos de la directiva. “No me interesa ganar en la mesa; mi filosofía siempre ha sido ganar en el campo”, aseveró con firmeza.
El estratega también habló sobre la jugada que llevó al gol de la derrota, un error de Víctor Ríos que, aunque costó caro, no eclipsa su destacada actuación en el encuentro. “Fue una jugada desafortunada, pero en líneas generales, Víctor tuvo un gran partido. Confío plenamente en la calidad de nuestros jugadores, especialmente aquellos que provienen de nuestras fuerzas básicas”, añadió.
A pesar de la amarga derrota, la fe de Pineda en su plantilla se mantiene intacta. El técnico se muestra decidido a trabajar en la recuperación del equipo y en ofrecer a los aficionados el espectáculo que merecen. Con la temporada apenas comenzando, el desafío será transformar la frustración en victorias y devolver la alegría a un público que se hizo sentir con su apoyo incondicional. La mirada está puesta en el futuro, donde la esperanza de mejores resultados sigue latente.
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