
Estas vacaciones de Semana Santa, Guadalajara abre sus puertas a viajeros que buscan combinar tradición, cultura, naturaleza y gastronomía en un solo destino. La Perla Tapatía se convierte en una opción perfecta para escapar de la rutina, ofreciendo experiencias únicas como paseos por museos, espectáculos de mariachi, rutas religiosas y una rica oferta culinaria. Además, su ambiente festivo invita a disfrutar en familia o con amigos de cada rincón de la ciudad.
A sólo unos minutos de la capital, Tonalá y Tlaquepaque invitan a sumergirse en la historia y la tradición. En Tonalá, los pasillos culturales y el famoso tianguis artesanal son una ventana al pasado indígena y colonial. Por su parte, Tlaquepaque se destaca como Pueblo Mágico, ideal para probar chocolates artesanales, escuchar mariachi en vivo en El Parían y disfrutar de una birria acompañada de tequila en un entorno lleno de color y tradición.
Los amantes de la naturaleza pueden encontrar un respiro en el Bosque Los Colomos, un pulmón verde ubicado entre Guadalajara y Zapopan, donde se ofrecen actividades para toda la familia. Sus jardines japonés y mexicano reflejan la fusión entre culturas y celebran la armonía y belleza natural. Mientras tanto, quienes disfrutan de las compras no deben perderse el Mercado San Juan de Dios, uno de los más grandes de América Latina, lleno de sabores, colores y tradición tapatía.
Y para los que desean conectar con la espiritualidad de estas fechas, la tradicional Ruta de los Siete Templos en el Centro Histórico es una experiencia imperdible. Desde el Templo de la Merced hasta la majestuosa Catedral Metropolitana, los visitantes podrán vivir la Semana Santa a través de un recorrido lleno de historia, arquitectura y fe. Sin duda, Guadalajara y sus alrededores prometen una Semana Santa inolvidable para todos los gustos.