
Con la llegada de la temporada de calor, las autoridades de salud y especialistas recomiendan a la población mantenerse hidratada de forma adecuada, privilegiando el consumo de agua natural sobre otras bebidas. El aumento de las temperaturas y la humedad representa un riesgo significativo, especialmente para bebés, niños y adultos mayores, quienes son más vulnerables a sufrir golpes de calor y deshidratación.
El golpe de calor se presenta cuando el cuerpo no puede regular su temperatura debido a la exposición prolongada al sol o ambientes calurosos. Los síntomas pueden incluir fiebre, enrojecimiento de la piel, mareos, confusión, náuseas y desmayos. Aunque muchas personas recurren a bebidas azucaradas para refrescarse, estas no solo no hidratan adecuadamente, sino que también pueden ocasionar problemas de salud como obesidad, caries, hipertensión y diabetes tipo 2.
La recomendación principal es beber agua natural a lo largo del día, incluso sin sentir sed. Se sugiere evitar bebidas azucaradas, con cafeína o alcohol, y optar por alternativas como infusiones de frutas naturales. Además, se aconseja usar ropa ligera, protegerse del sol con gorra o sombrilla, y mantenerse hidratado antes, durante y después de realizar actividad física. Este hábito sencillo puede marcar una diferencia clave para la salud durante la temporada de calor.