El menor de 10 años, Ángel Gabriel, quien fue brutalmente asesinado a puñaladas el 24 de marzo en Ameca, recibió el último adiós por parte de amigos y familiares el martes por la tarde.
En el templo de la comunidad de San Antonio Matute, de la que era oriundo el pequeño, se reunieron sus seres queridos y vecinos para despedirlo. Este lugar se encuentra a 75 kilómetros de Guadalajara.
Tras la ceremonia religiosa, el féretro con el cuerpo del niño fue trasladado en carroza hasta su lugar de descanso final.
Con globos blancos en mano, amigos, familiares y vecinos de San Antonio Matute acompañaron el cortejo fúnebre a paso lento mientras se dirigían hacia su última morada detrás de la carroza.
La comunidad de San Antonio Matute se ha mostrado indignaciòn por el trágico asesinato del menor, expresando su exigencia de justicia a través de las redes sociales con los hashtags #JusticiaParaÁngel y #ConLosNiñosNo.
Según la información proporcionada por la Fiscalía Estatal, el crimen tuvo lugar en la noche del 24 de marzo, cuando el menor y su padre se desplazaban en un vehículo por la carretera Guadalajara-Ameca.
En el tramo del El Quelite, el vehículo fue abordado por varios individuos encapuchados que descendieron de un automóvil, agredieron al niño con un arma blanca y posteriormente emprendieron la huida.
A pesar de ser trasladado de inmediato a un hospital, el niño no pudo sobrevivir a las heridas sufridas.
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