La Luna de Sangre es un fenómeno astronómico que ocurre durante un eclipse lunar total, cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando una sombra que le da al satélite un tono rojizo. Este color se debe a la refracción de la luz solar en la atmósfera terrestre, filtrando los tonos azules y permitiendo que solo la luz roja llegue a la Luna. Este espectáculo es uno de los eventos astronómicos más esperados y puede observarse a simple vista sin necesidad de equipo especial.
En diversas culturas, la Luna de Sangre ha estado rodeada de mitos y simbolismos. Algunas civilizaciones antiguas la interpretaban como un presagio de cambios o catástrofes, mientras que en la astronomía moderna es simplemente una manifestación natural de la interacción entre la luz y la atmósfera terrestre. La NASA y otros organismos astronómicos suelen aprovechar estos eclipses para estudiar la composición de la atmósfera y mejorar el conocimiento sobre el comportamiento de la luz en el espacio.
El eclipse lunar total o Luna de Sangre pudo verse en diversas regiones del mundo. Este evento, que ocurre solo unas pocas veces al año, ofrece una oportunidad única para conectar con el cosmos y admirar la majestuosidad del universo.