Fotografia: X Club America
En una noche mágica y llena de emociones, el Club América logró un emocionante triunfo 4-3 sobre su eterno rival, Cruz Azul, asegurando así su lugar en la gran final del Apertura 2024. El estadio se convirtió en un hervidero de pasión y aliento, donde los hinchas de ambos equipos no cesaron en su apoyo, creando un ambiente electrizante que hizo vibrar cada rincón del recinto.
Desde el pitido inicial, quedó claro que ambos equipos estaban dispuestos a dejarlo todo en la cancha. El América, en un arranque fulgurante, tomó la delantera a los 15 minutos gracias a Alejandro Zendejas, quien, tras detectar una grieta en la defensa celeste, no dudó en mandar el balón al fondo de la red. Este primer gol encendió los ánimos de las Águilas, que se adueñaron del control del juego.
El segundo tiempo comenzó con un golpe de efecto. Richard Sánchez, desde una distancia sorprendente, lanzó un potente disparo que sorprendió al portero Kevin Mier, colocando el marcador 2-0. Sin embargo, la Máquina no se dejó amedrentar. Ignacio Rivero, con un gol que revitalizó a su equipo, recortó la distancia y reavivó las esperanzas de los celestes.
La tensión escaló aún más cuando el «Toro» Fernández se hizo presente en el marcador, anotando el segundo tanto para Cruz Azul y dejando el empate al alcance. Con el estadio dividido entre euforia y nerviosismo, Amaury Morales logró igualar el marcador a 3-3 con una jugada de gran calidad, desatando la locura entre los seguidores de la Máquina.
Pero el drama no terminó ahí. En una jugada polémica, el árbitro sancionó un penalti a favor del América tras una falta de Rotondi sobre Érick Sánchez. Rodrigo Aguirre asumió la responsabilidad y, con una ejecución impecable, devolvió la ventaja a las Águilas, que se encontraban nuevamente al frente en el marcador.
A pesar de que el tiempo se agotaba y se añadieron 12 minutos de tiempo extra, Cruz Azul luchó con todo su empeño por alcanzar el empate. Sin embargo, el marcador se mantuvo, y el América se llevó el triunfo y el ansiado pase a la final.
Este choque no solo fue un despliegue de habilidades futbolísticas, sino un recordatorio de la rivalidad histórica entre estos dos equipos emblemáticos del fútbol mexicano. La afición, aún con el corazón acelerado, ya comienza a soñar con la final, donde el América buscará consagrarse campeón en un torneo que ha dejado huella.
