En un emotivo acto celebrado en el Congreso del Estado de Jalisco, el político y líder social Enrique Ibarra Pedroza fue homenajeado por sus 57 años de compromiso con la vida pública, un legado que destaca por su enfoque en la justicia social y la formación de jóvenes líderes. La presidenta del Congreso, Claudia Murguía, encabezó el evento, destacando no solo la trayectoria de Ibarra en la política, sino también su capacidad para aceptar y valorar las diferencias.
Durante su discurso, Murguía enfatizó la importancia de reconocer el esfuerzo de aquellos que podrían considerarse adversarios. «La política muchas veces nos enseña a desestimar a quienes piensan diferente. Sin embargo, Enrique ha hecho del respeto y la empatía el sello de su carrera», afirmó, subrayando la influencia de Ibarra como maestro y mentor de varias generaciones de políticos.
Ibarra ha tenido una trayectoria multifacética, ocupando desde diputado hasta secretario general de Gobierno, y ha cimentado su carrera en el diálogo y la educación política. “El reconocimiento y el aprendizaje son esenciales, y Enrique ha sabido construir su camino político sobre esa premisa», añadió Murguía, reflejando el impacto positivo que Ibarra ha tenido en la cultura política del estado.
El tributo no solo se limitó a las palabras de Murguía, ya que otros representantes también manifestaron su respeto. El diputado Enrique Velázquez destacó la profunda huella que Ibarra ha dejado en la comunidad, resaltando su inquebrantable compromiso con la justicia social y los derechos humanos, especialmente en su lucha por compensar a miles de trabajadores migratorios.
Por su parte, Fabiola Pulido, del PRI, elogió la capacidad de Ibarra para hacer política desde la empatía y la generosidad, acusándole de compartir su vasta experiencia con las nuevas generaciones. Desde Movimiento Ciudadano, Rocío Aguilar subrayó la relevancia de líderes como Ibarra en la política actual. “Enrique es un político de principios que ha demostrado su vocación de servicio tanto en la academia como en el espacio público”, apuntó Aguilar.
El homenaje a Enrique Ibarra va más allá de un simple reconocimiento; es un tributo a un hombre que ha buscado unir en lugar de dividir. Su legado, marcado por la honestidad y el diálogo, se erige como un faro para las futuras generaciones de líderes políticos en Jalisco, recordándoles que la verdadera política radica en la empatía y el respeto por el otro. Con acciones y palabras, Ibarra ha demostrado que el camino hacia una sociedad más justa se construye a través de la comprensión mutua y el compromiso con el bienestar común.