
Aunque Nayarit es mundialmente reconocido por sus playas, el municipio de Ruiz ofrece una experiencia totalmente distinta pero igual de cautivadora, enclavado entre las montañas del norte del estado. Con un pasado minero y una rica biodiversidad, este destino seduce a los viajeros con su propuesta de ecoturismo, historia y gastronomía. El Cañón del Tenamache se posiciona como su joya natural, perfecto para los amantes de la aventura, mientras que el balneario de Las Taunas invita al descanso en un entorno de aguas cristalinas y exuberante vegetación.
A solo 62 kilómetros de Tepic, Ruiz se presenta como una escapada ideal con clima agradable durante gran parte del año. Su historia se remonta al antiguo Real Mineral del Zopilote, y aún se pueden observar vestigios como El Chacuaco, una torre de piedra de 1875. Para quienes buscan emociones fuertes, el recorrido por el Tenamache incluye caminatas, saltos y rappel en cascadas, mientras que quienes prefieren la tranquilidad pueden disfrutar de baños en pozas naturales y del sabor local.
La cocina serrana es otro de los encantos de Ruiz. Platos tradicionales como las gorditas, la birria y las aguas frescas elaboradas con frutas de temporada deleitan a los visitantes. El restaurante El Rosal de Zapata es una parada obligada, donde destacan las pupusas rellenas, el tasajo y el café de olla orgánico, servidos en un ambiente rústico que celebra la identidad regional.
Además de su naturaleza y gastronomía, Ruiz cuenta con una creciente oferta turística y cultural, con hoteles acogedores y espacios como la galería Mexica Teahui o bares con esencia local como La Juárez Barecito. Este municipio invita a reconectar con lo esencial, entre montañas, tradición y paisajes que inspiran. Ruiz demuestra que en Nayarit, la magia no sólo está en el mar, sino también en el corazón de su sierra.