Este domingo, el auditorio Telmex se transformó en un vibrante escenario donde la música y la emoción se entrelazaron, al recibir al aclamado cantautor argentino que, con su inconfundible carisma, reafirmó el profundo vínculo que mantiene con su público tapatío. A las 7:55 de la noche, el inconfundible eco del nombre del artista resonó en el aire, mientras un despliegue de luces rojas iluminaba el escenario, creando una atmósfera electrizante que anticipaba una noche inolvidable.
El concierto comenzó con la emblemática «El amor después del amor», un tema que rápidamente conectó con los corazones de los presentes, marcando el cierre de su gira ‘Aniversario del 63’ en la ciudad. A medida que avanzaba la noche, el artista no solo deleitó a sus seguidores con sus grandes éxitos, sino que también se tomó el tiempo para interactuar con ellos, creando momentos únicos de conexión. Durante la interpretación de «Dos días en la vida», la complicidad entre el cantautor y su público fue palpable, mientras dirigía a su talentosa banda, compuesta por siete músicos y una corista.
La energía contagiosa del recital continuó con «La Verónica» y «Tráfico por Katmandú», desatando vítores y aplausos de un auditorio que no escatimó en demostrar su cariño y lealtad. Cada nota y cada palabra fueron recibidas con fervor, evidenciando el indiscutible lazo que une al artista con sus seguidores en Guadalajara.
Más allá de ser un simple repaso de sus grandes éxitos, la velada se convirtió en un testimonio del poder de la música para conectar almas. Al final de la noche, quedó claro que el cantautor argentino no solo regresó a la ciudad, sino que se llevó consigo una vez más el amor incondicional de una apasionada audiencia que lo ovacionó de pie. Sin duda, una experiencia que perdurará en la memoria de todos los asistentes.