
El estado de Nayarit se ha consolidado como un destino para los amantes de la aventura y los deportes extremos, ofreciendo experiencias únicas que permiten cumplir uno de los más grandes sueños de la humanidad: volar. Desde el parapente y el paracaidismo hasta el parasailing, los visitantes pueden sentir la adrenalina mientras disfrutan de paisajes incomparables entre montañas, selvas y el mar del Pacífico mexicano.
En San Blas, la empresa Alas de Hombre brinda vuelos panorámicos en parapente durante todo el año, con despegues desde Tecuitata y aterrizajes en Playa de Los Cocos, donde la experiencia se complementa con la gastronomía local. Además, en el Pueblo Mágico de Jala es posible sobrevolar el Volcán Ceboruco, conocido como “El Gigante Negro”, desde una rampa ubicada a más de mil 800 metros de altura.
Para quienes buscan aún más adrenalina, Skydive Tepic ofrece saltos en paracaídas desde avionetas a 2 mil 700 metros de altura. La experiencia incluye instrucción profesional, un vuelo panorámico y 40 segundos de caída libre sobre los bosques, montañas y paisajes de la capital nayarita.
Finalmente, la Riviera Nayarit suma la opción del parasailing, una actividad acuática que permite volar sobre las olas sujeto a un paracaídas, disfrutando de las vistas del mar. Empresas como Marival Emotions ofrecen este servicio tanto para adultos como para niños, convirtiéndose en una alternativa ideal para familias y parejas. Con estas propuestas, Nayarit confirma su vocación como un destino de aventura y naturaleza.