
La región de Costalegre, en el litoral de Jalisco, ha emergido como uno de los principales referentes del país en turismo de naturaleza. Conformada por humedales, áreas protegidas y ocho sitios Ramsar, esta franja costera ha apostado por experiencias sostenibles que privilegian la conservación de la biodiversidad y la participación comunitaria, posicionándose como un santuario ecológico de gran valor para el occidente mexicano.
Una de las actividades emblemáticas es el avistamiento de aves en la presa Cajón de Peña, ubicada en Tomatlán. Este recorrido, conocido como “Ecos de la Presa”, permite a los visitantes explorar senderos y canales en lancha mientras descubren más de 50 especies de aves, muchas de ellas endémicas o migratorias. La experiencia, organizada por la Dirección de Turismo local y la organización Natural Encounters, liderada por el ornitólogo Dr. Greg R. Homel, se desarrolla bajo estrictos lineamientos de conservación y con grupos pequeños para garantizar una vivencia íntima y educativa.
Otra propuesta única es el avistamiento de murciélagos marinos en Punta Pérula, en el municipio de La Huerta. Al caer el sol, miles de murciélagos emergen de una cueva frente al mar en un espectáculo natural que sorprende por su magnitud. Este recorrido guiado en pequeñas embarcaciones también ofrece vistas a los islotes de la Bahía de Chamela, mientras se informa a los visitantes sobre la relevancia ecológica de estos mamíferos en el equilibrio costero.
Ambas actividades reflejan el compromiso de Costalegre con un modelo turístico sustentable que prioriza la educación ambiental, la conservación de hábitats y el desarrollo comunitario. Para quienes buscan una forma consciente de viajar, en contacto con la vida silvestre y paisajes de ensueño, Costalegre representa una alternativa ideal: un destino que une belleza escénica y responsabilidad ecológica.