Dolor y la Resiliencia detrás de las desapariciones en Jalisco.
Jalisco, México 13 de Septiembre del 2024 .- Cuando un hijo pierde a su madre, lo llamamos «huérfano». Pero cuando una madre pierde a su hijo, no hay palabra que capture la magnitud de su sufrimiento. No existe un término que pueda describir el vacío desgarrador de perder a quien una vez sostuvo en sus brazos al nacer, el dolor que va más allá de lo imaginable. La tristeza de una madre que busca a su hijo desaparecido es un lamento sin nombre, un eco perpetuo de amor y pérdida que el lenguaje simplemente no alcanza a expresar.
En el corazón de la lucha por la justicia en Jalisco, se encuentra Liliana Meza, presidenta y cofundadora del colectivo “Luz y Esperanza Desaparecidos Jalisco”. Su vida cambió irrevocablemente un 22 de octubre de 2020, cuando su hijo, Carlos Maximiliano Romero Meza, desapareció en circunstancias que han realza la crisis de desapariciones en el estado.
El Desaparecido de un Convoy
Esa noche fatídica, un convoy de la Fiscalía se presentó en el domicilio de Liliana, llevándose a Carlos sin previo aviso. A las pocas horas, dos policías municipales de Zapopan, vestidos de civiles, llegaron para corroborar la detención, marcando el inicio de un tormento interminable para Liliana. La denuncia inicial, realizada ante la Fiscalía del Estado de Jalisco, lo cual derivó en una carpeta de investigación que, tras dos años de inactividad, fue declarada incompetente y trasladada a la Fiscalía General de la República.
A pesar de las recomendaciones de organismos de derechos humanos y la ONU, Liliana no ha tenido noticias de su hijo. Carlos, estudiante de diseño gráfico en la Universidad de Guadalajara, fue descrito erróneamente por la Fiscalía como un delincuente, una etiqueta que contrastaba drásticamente con su historial académico impecable.
Un Sistema que Traiciona
El testimonio de Liliana revela un sistema de justicia que no solo ha fallado en la búsqueda de su hijo, sino que ha contribuido a su estigmatización. “Lo que más me duele es la indiferencia y la falta de compromiso del gobierno”, dice Liliana con voz quebrada. “Nos han tratado como si fuéramos invisibles, como si nuestras vidas no importaran.”
Liliana detalla cómo, tras la desaparición de su hijo, el proceso de denuncia y búsqueda se convirtió en una lucha contra una burocracia implacable. La desconfianza en las autoridades creció cuando se enteró de que su hijo nunca fue detenido, a pesar de los informes iniciales. El desinterés y la incompetencia del sistema se hicieron evidentes en la falta de avances en la investigación.
La Creación del Colectivo
Con el tiempo, Liliana y otros familiares en situaciones similares fundaron el colectivo “Luz y Esperanza”. Su objetivo era visibilizar el problema y presionar por una respuesta más efectiva. A medida que el colectivo creció, también lo hicieron sus desafíos. “La lucha es constante y desgastante”, admite Liliana. “No solo estamos buscando a nuestros seres queridos, sino que estamos tratando de cambiar un sistema que se niega a reconocer su fracaso.”
La Desesperación y la Indiferencia
La desesperación de Liliana también refleja la indiferencia generalizada de la sociedad y el gobierno. Las estadísticas oficiales, que minimizan la magnitud del problema, contrastan con la realidad de un Jalisco que lidera trágicamente en casos de desapariciones. Liliana denuncia la falta de apoyo gubernamental, mencionando que el colectivo no ha recibido los fondos prometidos y que las familias enfrentan enormes dificultades para llevar a cabo búsquedas.
“Cada vez que encontramos restos, no es una victoria, es un recordatorio doloroso de la ineficacia del sistema”, explica Liliana. Las familias se ven obligadas a realizar búsquedas en condiciones precarias, sin el apoyo necesario. “A veces encontramos a nuestros seres queridos por nuestra cuenta, porque el gobierno no está haciendo su trabajo.”
En las últimas cifras otorgadas en el portal del SISOVID https://sisovid.jalisco.gob.mx/ únicamente se tienen reportadas al 31 de julio del 2024, tan solo 15,103 personas desaparecidas, de los cuales 13,334 son hombre y 1,769.
De diciembre de 2018 al 31 de julio del 2024 el portal dedicado a informar en torno a las víctimas de desaparición, tiene un total de 16,704 casos de localización de personas en el estado. De este número, 14,102 personas fueron encontrados sin vida, mientras que 2,602 fueron localizados con vida. Este desglose subraya la gravedad de la crisis de desapariciones en Jalisco, reflejando tanto la magnitud del problema como los desafíos en la búsqueda y el rescate de las personas desaparecidas.
El Impacto en la Comunidad
El impacto de la desaparición de un ser querido va más allá del sufrimiento individual. Liliana comparte que la lucha ha afectado profundamente a su familia, incluida su hija menor y su hijo adolescente, quienes han sufrido emocionalmente. Además, la búsqueda constante ha puesto en riesgo la salud y el bienestar de los familiares, que a menudo enfrentan un estigma adicional.
“Lo más triste es que muchas familias se sienten solas en esta lucha”, señala Liliana. “El dolor no solo es por la pérdida, sino por la falta de apoyo y la falta de respuesta por parte de las autoridades.”
La Voz de la Esperanza
A pesar de todo, Liliana se mantiene firme en su lucha y esperanza de que Carlos regrese a casa y le diga que la pesadilla ha terminado. El colectivo sigue organizando manifestaciones y distribuyendo cédulas de búsqueda, enfrentando la represión y la indiferencia. La labor de los medios de comunicación y redes sociales, que dan visibilidad a estos casos, es crucial para mantener viva la esperanza de encontrar a los desaparecidos y exigir justicia.
“Queremos que la gente sepa que no vamos a rendirnos”, afirma Liliana con determinación. “Aunque el gobierno trate de invisibilizarnos, nuestra voz seguirá siendo un grito por justicia y por la vida de nuestros seres queridos.”
En la búsqueda de Carlos Maximiliano y en la lucha por todos los desaparecidos, Liliana Meza representa la resiliencia y la esperanza de muchas familias que, como ella, enfrentan una batalla desgarradora contra un sistema que a menudo parece estar en su contra. Su historia es un llamado a la acción, a la empatía y a la justicia en un contexto donde el silencio y la indiferencia no pueden ser la respuesta.
