En un ambiente cargado de expectación y una espera que se extendió por más de una hora y media, Pablo Lemus fue investido como el gobernador constitucional número 340 de Jalisco, en una ceremonia solemne celebrada en el Congreso del Estado. La llegada de Lemus fue recibida con vítores de “Gobernador, gobernador” por parte de amigos, familiares y colaboradores, quienes llenaron el recinto con aplausos y gritos de apoyo.
La presidenta del Congreso, Mónica Magaña, fue la encargada de tomar la protesta al nuevo mandatario, quien se comprometió solemnemente a cumplir con la Constitución y a ejercer su cargo con lealtad y eficacia. En su discurso inaugural, Lemus hizo un llamado a la cooperación y la cordialidad entre los diferentes actores políticos, enfatizando que este nuevo capítulo no solo definirá el rumbo de Jalisco, sino también su papel en la construcción del México que todos anhelan.
Durante su alocución, Lemus subrayó la necesidad de un trabajo coordinado con los legisladores y presidentes municipales para abordar los desafíos que enfrenta el estado. Entre sus prioridades, mencionó la búsqueda de personas desaparecidas, el fortalecimiento de la educación, la defensa del sistema de salud y el impulso a la economía local. “Este gobierno será un espacio de diálogo y entendimiento, incluso en un contexto nacional marcado por la discordia”, aseguró.
El nuevo gobernador también hizo hincapié en el legado de su antecesor, Enrique Alfaro, deseándole éxito en sus futuros proyectos. “Enrique, te deseo lo mejor en esta nueva etapa, amigo. Es fundamental que mantengamos el rumbo y enfrentemos juntos los retos de nuestra sociedad”, expresó Lemus.
Con un gabinete que destaca por su diversidad, en el que predomina la participación femenina, Lemus dejó claro su objetivo de construir un equipo plural y eficiente, comprometido con resultados tangibles y cercanía con la ciudadanía.
Antes de su toma de protesta, las fracciones parlamentarias manifestaron sus inquietudes sobre la administración saliente, haciendo hincapié en problemáticas críticas como la seguridad y las desapariciones. En respuesta, Lemus prometió abrir espacios para el diálogo y la colaboración, con el fin de alcanzar los consensos necesarios que beneficien a la población.
“Compartamos un mismo objetivo: construir un Jalisco más fuerte, líder, con una visión centrada en mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos”, concluyó, dejando un mensaje claro de unidad y esperanza. La nueva administración de Lemus se enfrenta a grandes retos, pero también a la oportunidad de transformar a Jalisco en un referente de paz y desarrollo en el país.